jueves, mayo 20, 2010

Nueva moda política: aumento sin haber trabajado

Por asuntos de la Legión del Mar, no me podía hacer presente por acá, sin embargo las noticias de los últimos días me han revuelto el contenido de mis entrañas de tal manera que tuve que subir a la superficie a regurgitar todo esto que me retorcía por dentro y necesito sacar.

En resumidas cuentas no puedo creer que los diputados (que recién iniciaron funciones) ya se quieran aumentar el salario. Esto me hace vomitar, pero también reflexionar... ¿Será acaso que El Menos Malo pasa hambres con un triste salario de 2 millones y medio, viáticos, gastos de representación y carrito discrecional?

La investidura de diputado siempre se ha asociado a liderazgo, sacrificio, trabajo duro y honestidad... Ah, no, perdón, és al revés. Los asociamos con conducción etílica, acoso sexual, ética discrecional, escalada de monumentos, y quórum ocasional. Si el salario de un diputado fuera directamente proporcional a la reputación de ese puesto, evidentemente el salario actual ya sería una exageración. Si se sienten humillados porque un magistrado gana más que ellos, tal vez deberían bajarle el sueldo a los magistrados, digo, para que no hayan más envidias y se vaya más acorde con la trayectoria salarial de todos los demás costarricenses. Hay noticias de otras latitudes que parecen salidas de los libros de cuentos.

Aún suponiendo que exista el presupuesto para el aumento, ¿lo correcto no habría sido trabajar alguito primero, y demostrar que se están ganando el sueldillo para mejorar la situación de los cuidadanos que los posieron en una curul? Cuando cualquier mortal empieza en un brete, y pedir un aumento no es lo primero que uno hace. Es algo de sentido común. Primero como que hay que demostrar que uno vale ese aumento. Digo, es lo lógico, ¿no?

Estimado lector, cuando usted inicia en un nuevo trabajo y ya sabe cuánto va a ganar, usted toma la decisión de si quiere trabajar allí o no, ¿cierto? Si a usted no le gusta cuánto va a ganar, entonces busca vida en otro lado. Y si no le gusta, pero no le queda más remedio, uno apechuga, se enrolla las mangas y se pone a bretear. Es simple.

Estoy de acuerdo que el salario se aumente proporcionalmente a como aumentan los salarios de todos... unos cuantos puntitos anuales, apenas un golcito de la honra contra la inflación. Eso sí sería justo. ¿Pero un aumento que ronda un 100%? ¿Por qué aumentarse todo de golpe en vez de hacerlo escalonado? Digo, para que no se note tanto el descaro... Ahora bien, una cosa es pedir un aumento, y otra cosa es recetárselo. Vino rauda y veloz a mi mente la frase 'gobernar en beneficio propio'.

Sinceramente espero que nuestros señores padres de la patria entren en razón o que los ticos no permitamos que estos mal llamados "representantes del pueblo". Aún falta que se apruebe la propuesta, y no sorprende que los señores que nunca se ponen de acuerdo, de pronto lo están... Hemos descubierto que el dinero mejora la comunicación y las diferencias irreconciliables entre políticos... ¿o será solo mientras se aprueba el aumento?